Hidrógeno Verde vs Electromovilidad: ¿El Futuro del Transporte en Chile?
La transición energética está en marcha y Chile se ha posicionado como un actor clave en la adopción de tecnologías limpias. Entre las soluciones emergentes, el hidrógeno verde y la electromovilidad han captado la atención del sector público y privado. Pero, ¿es posible que el hidrógeno verde reemplace a la electromovilidad en el largo plazo o simplemente será un complemento en la descarbonización del transporte?
¿Qué es el Hidrógeno Verde?
El hidrógeno verde es un tipo de hidrógeno producido mediante la electrólisis del agua utilizando electricidad generada por fuentes renovables, como la solar y la eólica. A diferencia del hidrógeno gris o azul, el hidrógeno verde no genera emisiones de carbono en su producción, lo que lo convierte en una opción clave para la transición hacia una economía descarbonizada.

Como se produce el hidrogeno verde
Costos y Viabilidad Económica
Uno de los principales factores que determinarán la adopción de estas tecnologías es su viabilidad económica. Hoy en día, la producción de hidrógeno verde es costosa, aunque Chile tiene condiciones favorables para reducir estos costos gracias a su abundante energía solar y eólica. Según la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, el país busca alcanzar costos inferiores a US$1,5/kg para 2030, lo que haría al hidrógeno más competitivo frente a los combustibles fósiles (Ministerio de Energía de Chile).
Sin embargo, la eficiencia energética es un desafío clave. Los vehículos eléctricos a batería convierten entre el 75 % y el 90 % de la electricidad en movimiento, mientras que los vehículos a hidrógeno pierden una parte significativa de la energía en la electrólisis, compresión y conversión en celdas de combustible, alcanzando una eficiencia total cercana al 21 % (ICCT). Esto significa que, en términos de costo operativo, los vehículos eléctricos a batería son significativamente más baratos por kilómetro recorrido.
A pesar de esto, el hidrógeno podría ser competitivo en aplicaciones donde las baterías tienen limitaciones, como el transporte de carga pesada y la maquinaria minera. Estudios indican que los camiones a hidrógeno podrían alcanzar paridad de costos con los camiones diésel hacia 2030, pero seguirían siendo más caros que los camiones eléctricos al menos hasta 2040 (Hydrogen Council).
Infraestructura en Chile: ¿Quién Lleva la Delantera?
La infraestructura es un factor determinante en la adopción de nuevas tecnologías. En el caso de la electromovilidad, Chile ha avanzado considerablemente con más de 400 puntos de carga pública y una estrategia que busca electrificar el transporte público y privado (Electromovilidad en Chile). La expansión de la red de carga rápida facilitará aún más la transición hacia vehículos eléctricos.
Por otro lado, la infraestructura de hidrógeno verde en el país está en una etapa incipiente. Actualmente, no existen estaciones de carga de hidrógeno abiertas al público y solo se han desarrollado proyectos piloto. La primera hidrolinera para camiones de alto tonelaje se encuentra en fase de construcción en Santiago, lo que marca un primer paso, pero aún lejos de una red masiva (Diario Financiero).
Esto significa que, en el corto plazo, los vehículos eléctricos cuentan con una ventaja significativa en términos de infraestructura. Mientras que los cargadores eléctricos pueden instalarse en casas, edificios y estaciones de servicio sin modificaciones mayores, el hidrógeno requiere estaciones especializadas con alta inversión inicial.
Políticas Públicas y Regulaciones
El gobierno chileno ha implementado estrategias para impulsar ambas tecnologías. La Estrategia Nacional de Electromovilidad establece que para 2035 el 100 % de los vehículos livianos y medianos nuevos deben ser cero emisiones, incluyendo tanto eléctricos como de hidrógeno (Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones). Sin embargo, la realidad del mercado indica que los vehículos eléctricos a batería serán la opción dominante debido a su madurez tecnológica y costo.
Por otro lado, la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde busca convertir a Chile en un exportador líder de este recurso y aplicarlo en sectores industriales y de transporte pesado. Aunque hay incentivos y financiamiento para proyectos piloto, la infraestructura de hidrógeno necesitará más tiempo para consolidarse.
Tendencias Tecnológicas y Perspectivas a Futuro
La evolución tecnológica es clave para determinar qué solución se impondrá en el futuro. En el caso de las baterías, se han logrado avances significativos en densidad energética y reducción de costos. Las baterías de estado sólido, que podrían comercializarse a finales de la década, aumentarían aún más la autonomía y reducirían los tiempos de carga (BloombergNEF).
El hidrógeno, por su parte, está avanzando en eficiencia de electrolizadores y celdas de combustible. Empresas como Toyota, Hyundai y Honda han desarrollado vehículos a hidrógeno, pero su producción sigue siendo limitada. La mayor ventaja del hidrógeno radica en su capacidad de abastecer vehículos de carga y buses interurbanos con tiempos de recarga similares a los de un camión diésel.
Impacto Ambiental: Comparación de Ciclo de Vida
Ambas tecnologías son clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero su impacto ambiental depende del ciclo de vida completo. Los vehículos eléctricos dependen de baterías de litio, cuya extracción tiene efectos ambientales, pero una vez en operación, su huella de carbono es mínima, especialmente en un país con una matriz energética renovable en crecimiento (International Energy Agency).
El hidrógeno verde, si bien es limpio en su uso, requiere energía extra para su producción. Se estima que mover un vehículo a hidrógeno consume entre tres y cuatro veces más electricidad renovable que uno a batería. Además, su producción demanda agua, lo que podría ser un factor limitante en zonas áridas como el norte de Chile.

Vehiculos a base de hidrogeno verde
¿Reemplazo o Complemento?
Considerando los costos, la eficiencia, la infraestructura y las políticas públicas, es poco probable que el hidrógeno verde reemplace por completo a la electromovilidad basada en baterías en Chile. Más bien, se proyecta un escenario de complementariedad donde los vehículos eléctricos a batería dominarán el segmento de autos particulares y transporte urbano, mientras que el hidrógeno se utilizará en transporte pesado, minería y aplicaciones industriales.
La clave para la descarbonización del transporte en Chile será aprovechar ambas tecnologías en los segmentos donde sean más eficientes. Mientras la electromovilidad sigue avanzando rápidamente, el hidrógeno verde tiene el potencial de cubrir las áreas donde las baterías aún presentan desafíos. Con el apoyo adecuado en infraestructura y costos, ambas soluciones podrán coexistir para alcanzar un sistema de transporte completamente libre de emisiones en el largo plazo.
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